Resumen: | En su primera novela, La invitada 1943, trató los dilemas existencialistas de la libertad, la acción y la responsabilidad individual, temas que estudiará igualmente en novelas posteriores como la sangre de los otros 1944 y los mandarines 1954, novela por la que consiguió el Premio Goncourt. Las tesis existencialistas se introducen también en una serie de obras autobiográficas, entre las que destacan Memorias de una joven de buena familia también conocida como Memorias de una joven formal 1958 y final de cuentas 1972. Sus obras ofrecen una visión sumamente reveladora de su vida y su tiempo. |