Resumen: | ¡Nada se parece tanto al infierno como un matrimonio feliz! asi inicia Graciela- esposa de un hombre acomodado, en la antesala de las bodas de plata de su matrimonio- un monólogo, su diálogo frustrado más bien sobre la dicha pública y la infelicidad íntima, sobre el paralelismo entre el ascenso social y el crecimiento del desamor. Graciela se dirige a su marido pero este es un maniquí, un objeto sobre el cual proyectar el desencanto de una vida jalonada de pérdidas: la confianza en él, del respeto por el, del valor de sus sentimientos hacia el. Todo para saber que a pesar de sus rencores, nisiquiera le queda el consuelo de decir que no le ama. |